El pasado 12 de noviembre nos visitaba en nuestras clases de Gabinetes el periodista y antiguo alumno de la Universidad Complutense de Madrid, David Ortiz. Pertenece a la consultora de comunicación La Propagadora. Escucharle fue una delicia y por eso creo que es bastante importante recopilar aquella conversación que tuvo con nosotros, llena de consejos y enseñanzas sobre narración, mensaje y estrategia que estoy segura nos servirán mucho.
"Necesitamos las narraciones para vivir" comenzaba diciendo David... Y es que así se desarrolla la vida, a través de nuestras narraciones: lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos... somos las historias que nos cuentan. Hay que fijarse en esos discursos porque son lo que influye en nuestro comportamiento. Somos seres sociales que dependemos unos de otros y entre nosotros ocurre ese fenómeno llamado comunicación, por eso es indispensable "saber leer el momento social de las audiencias" para tener una buena comunicación. Las historias que vamos conociendo nos ayudan a configurar la realidad, por ello, los periodistas son "los transformadores y traductores de la realidad". Pero debemos saber que todas las historias tienen un objetivo, no son narraciones al uso, y es que cambian nuestra percepción del mundo. David nos decía que "a veces los mensajes son más perceptibles, depende de la intensidad y del objetivo que tenga la historia". Pero es que al final, "lo que estamos haciendo es construir acontecimientos comunes que podemos usar a nuestro favor", como periodistas. "Hace falta ser exigentes con la narrativa que queramos dar, necesitamos esos altos y bajos para tener al público conectado", la estrategia comunicativa principal es atraer la atención de la audiencia, todo lo que ellos piensa, desean o necesitan son el movimiento de nuestra profesión, y debemos sorprenderles dándoles eso que quieren, ya que "las expectativas son el hilo con el que se tejen las buenas historias".
Para comprender mejor de qué nos hablaba, nos enseñó las 7 tramas básicas de las narraciones:
1) Vencer al monstruo
2) La búsqueda
3) Viaje y regreso
4) De pobre a rico
5) Renacimiento
6) Comedia
7) Tragedia
Además, nos lanzaba la siguiente pregunta para reflexionar sobre nuestro oficio: "¿De qué sirve la transparencia si no hay honestidad?", a lo que él nos respondía que "el discurso de la transparencia está cogiendo fuerza en los últimos años, pero para mí es más importante la honestidad". La virtud, como siempre, está en el término medio... Un consejo primordial que nos ofreció fue " buscar un referente cercano que nos motive y nos ilustre cómo hacerlo", es decir, tener un modelo a seguir que nos de fuerza y nos convenza de que es posible, aunque "a veces nuestra historia formada en la cabeza es genial pero hay que bajarla a la realidad, y para eso se necesita un plan".
Y para llevar acabo ese plan, nos presentaba un decálogo para una narración eficaz (bajo el cristal de las empresas):
Ser honesto (por encima de la transparencia)
Ser relevante (importarle a alguien/ diseñado para ese tipo de público)
Tener un objetivo claro (permite la fluidez de la narración)
Tener un mínimo de autenticidad
Mezclar emociones e informaciones (importante y necesaria)
Conectar con el momento social de mi audiencia (no siempre estamos con el mismo mood social, hay que saber en qué momento social está la audiencia)
Tener acción y llamar a la acción
Procurar sencillez
Ser líquida (adaptable)
Dar recompensas periódicamente (los individuos están impacientes por recibir esos premios inmediatos)
Las historias dentro de las empresas son un pilar fundamental: "deben construir confianza para reducir costes y crear cooperación, cimentar la reputación, adaptar la narración a formatos y ordenarla y tener gancho". Además, la estrategia para construir mensajes tiene que "determinar la audiencia, escuchar sus necesidades, pensar cómo influir en ellos, priorizar cómo lograr el objetivo lo antes posible y planear la acción".
Sus más que útiles consejos no acabaron ahí, y es que no hay que olvidar que primero está la estrategia, luego la táctica, porque en el terreno de la comunicación hay vigente una batalla por la atención. Fue un placer disfrutar de esta charla, y seguro que me dejo cosas en el tintero, pero la principal debía ocupar un hueco en este blog...
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